*Magister en Gestión y Administración de la Educación
Correo electrónico: manupicchuperu@gmail.com
Citar como:
Hernández Félix, M. A. (2024). Reflexiones en torno a las evaluaciones de desempeño basadas
en competencias en instituciones militares de educación superior. Revista Científica de
la Escuela Superior de Guerra del Ejército, 3(1), 88-96. https://doi.org/10.60029/
rcesge.v3i1art7
Enviado: 25 de Noviembre 2023 Evaluado: 15 de Enero 2024 Aprobado: 15 de Abril 2024
Reflexiones en torno a las evaluaciones de desempeño basadas en
competencias en instituciones militares de educación superior
Hernández Félix, Manuel Antonio*
https://orcid.org/0000-0002-4952-6105
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú
ISSN: 2520 - 7628 (Impreso), 2789-2514 (En línea)
https://doi.org/10.60029/rcesge
Revista Científica de la Escuela
Superior de Guerra del Ejército
Volumen III, Número I, Junio 2024
Resumen
Este trabajo se centra en la reflexión de un sistema de evaluación de desempeño basado en
competencias en instituciones de educación superior, con especial atención a las academias
militares y policiales. Se analiza cómo las prácticas evaluativas actuales, especialmente en la
Escuela Militar de Chorrillos, requieren una renovación para alinearlas más efectivamente con
un enfoque por competencias. La investigación subraya la importancia de transformar los
métodos de evaluación tradicionales, basados en memorización, hacia un enfoque que integre
habilidades prácticas, cognitivas y actitudinales, reflejando los desafíos reales del entorno
laboral militar. Se examina cómo las evaluaciones pueden adaptarse para medir las competencias
de los estudiantes de manera más efectiva, incluyendo la implementación de exámenes finales y
rúbricas de presentación. El estudio propone recomendaciones para el desarrollo de sistemas de
evaluación integrales que respalden la formación de futuros profesionales militares competentes
y adaptados a los desafíos contemporáneos.
Palabras clave: Evaluación, desempeños, competencias.
Cite as:
Hernández Félix, M. A. (2024). Reflexiones en torno a las evaluaciones de desempeño basadas
en competencias en instituciones militares de educación superior. Revista Científica de
la Escuela Superior de Guerra del Ejército, 3(1), 88-96. https://doi.org/10.60029/
rcesge.v3i1art7
Reflections on competency-based performance assessments
in military higher education institutions
Hernández Félix, Manuel Antonio*
https://orcid.org/0000-0002-4952-6105
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú
*Master in Education Management and Administration
Email: manupicchuperu@gmail.com
Sent: November 25, 2023 Evaluated: January 20, 2024 Approved: April 15, 2024
ISSN: 2520 - 7628 (Impreso), 2789-2514 (En línea)
https://doi.org/10.60029/rcesge
Revista Científica de la Escuela
Superior de Guerra del Ejército
Volumen III, Número I, Junio 2024
Abstract
This work focuses on the reflection of a performance evaluation system based on competencies
in higher education institutions, with special attention to military and police academies. It
analyzes how current evaluation practices, especially at the Chorrillos Military School, require
renewal to align them more effectively with a competency-based approach. The research
highlights the importance of transforming traditional assessment methods, based on
memorization, towards an approach that integrates practical, cognitive, and attitudinal skills,
reflecting the real challenges of the military work environment. It examines how assessments
can be adapted to measure student competencies more effectively, including the implementation
of final exams and presentation rubrics. The study proposes recommendations for the
development of comprehensive evaluation systems that support the training of competent future
military professionals adapted to contemporary challenges.
Keywords: Evaluation, performances, competencies.
Hernández Félix, M. A. (2024). Reflexiones en torno a las evaluaciones de desempeño basadas
en competencias en instituciones militares de educación superior. Revista Científica de
la Escuela Superior de Guerra del Ejército, 3(1), 88-96. https://doi.org/10.60029/
rcesge.v3i1art7
Reflections on competency-based performance assessments
in military higher education institutions
Hernández Félix, Manuel Antonio*
https://orcid.org/0000-0002-4952-6105
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú
*Master in Education Management and Administration
Email: manupicchuperu@gmail.com
Sent: November 25, 2023 Evaluated: January 20, 2024 Approved: April 15, 2024
ISSN: 2520 - 7628 (Impreso), 2789-2514 (En línea)
https://doi.org/10.60029/rcesge
Revista Científica de la Escuela
Superior de Guerra del Ejército
Volumen III, Número I, Junio 2024
Abstract
This work focuses on the reflection of a performance evaluation system based on competencies
in higher education institutions, with special attention to military and police academies. It
analyzes how current evaluation practices, especially at the Chorrillos Military School, require
renewal to align them more effectively with a competency-based approach. The research
highlights the importance of transforming traditional assessment methods, based on
memorization, towards an approach that integrates practical, cognitive, and attitudinal skills,
reflecting the real challenges of the military work environment. It examines how assessments
can be adapted to measure student competencies more effectively, including the implementation
of final exams and presentation rubrics. The study proposes recommendations for the
development of comprehensive evaluation systems that support the training of competent future
military professionals adapted to contemporary challenges.
Keywords: Evaluation, performances, competencies.
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Hernández Félix, Manuel Antonio
Correo electrónico: manupicchuperu@gmail.com
Volumen III / Número I / Junio 2024 / Lima-Perú
Introducción
El enfoque por competencias en la evaluación de desempeño académico en la educación
superior exige un abordaje metodológico y técnico. Al respecto, es preciso diseñar un sistema de
evaluación institucional que integre coherentemente los múltiples espacios y dimensiones del
proceso educativo, garantizando que la evaluación no sea una actividad aislada, punitiva o
desvinculada del contexto.
Desde la admisión hasta la graduación, es crucial considerar todos los elementos que
contribuyen a la formación del estudiante: (a) el modelo educativo, (b) el enfoque curricular de la
facultad, (c) el perfil de egreso, (d) el plan de estudios, (e) los sílabos, (f) los recursos, (g) los
materiales didácticos y (h) el diseño de las sesiones de aprendizaje. El seguimiento continuo de los
avances en el aprendizaje y del perfil de egreso, a través de instrumentos de evaluación pertinentes,
permite recopilar evidencias sobre el logro de las competencias requeridas.
La evaluación de desempeño se basa en criterios que comparan las competencias actuales
de los estudiantes con estándares preestablecidos. Surge entonces la pregunta: ¿Está
considerándose adecuadamente la evaluación de desempeño con enfoque por competencias en la
educación superior? Esta indagación destaca la relevancia de concebir la evaluación de desempeño
como un modelo renovador. Se debe enfocar en evaluar habilidades y destrezas desarrolladas en el
proceso formativo más que en contenidos meramente memorizados y acumulativos, que, aunque
importantes, no reflejan por sí solos la competencia del aprendiz.
Como sostuvo Hancock (2007), esta evaluación involucra observar, seguir y medir las
conductas de los alumnos en el contexto de sus acciones de aprendizaje, tanto individuales como
colectivas. En esta línea, Morrow et al. (2015) argumentan que los juicios derivados de la
evaluación de desempeño deben enriquecerse con perspectivas diversas que trasciendan lo
académico e incluyan a clientes potenciales, empleadores y ciudadanos.
Dadas estas reflexiones preliminares, abordamos la significativa tarea de analizar la
práctica evaluativa en las instituciones de educación superior. Un análisis documental de distintas
casas de estudio proporcionará una base para reflexionar y aproximarnos a una evaluación que sea
coherente con el modelo educativo, el currículo y el sílabo, y sobre todo que, permita crear o
perfeccionar un sistema de evaluación basado en el enfoque por competencias. Esto conlleva un
cambio fundamental en la evaluación de desempeños para docentes y estudiantes.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio es reflexionar y ofrecer una crítica de las prácticas
tradicionales de evaluación de contenidos y proponer una metodología de evaluación alineada con
el enfoque por competencias, enfatizando en la evaluación de desempeños que son intrínsecos a la
praxis de la educación superior y a la preparación para el desempeño profesional. A partir del
planteamiento del problema y de los objetivos establecidos, avanzaremos hacia una solución
tentativa de la problemática en el desarrollo del cuerpo de trabajo, y se sustentará en fuentes de
referencia de distintos repositorios, revistas indexadas y textos especializados.
Metodología
El presente estudio realiza una exploración objetiva de las prácticas evaluativas en una
gama diversa de instituciones de educación superior, que incluye escuelas militares y policiales,
universidades, institutos tecnológicos y centros de formación pedagógica. Mediante una revisión
exhaustiva de documentos y registros, buscamos comprender cómo se está llevando a cabo la
evaluación de competencias. Este análisis detallado es esencial para alcanzar nuestros objetivos
Hernández Félix, Manuel Antonio
Correo electrónico: manupicchuperu@gmail.com
Volumen III / Número I / Junio 2024 / Lima-Perú
Introducción
El enfoque por competencias en la evaluación de desempeño académico en la educación
superior exige un abordaje metodológico y técnico. Al respecto, es preciso diseñar un sistema de
evaluación institucional que integre coherentemente los múltiples espacios y dimensiones del
proceso educativo, garantizando que la evaluación no sea una actividad aislada, punitiva o
desvinculada del contexto.
Desde la admisión hasta la graduación, es crucial considerar todos los elementos que
contribuyen a la formación del estudiante: (a) el modelo educativo, (b) el enfoque curricular de la
facultad, (c) el perfil de egreso, (d) el plan de estudios, (e) los sílabos, (f) los recursos, (g) los
materiales didácticos y (h) el diseño de las sesiones de aprendizaje. El seguimiento continuo de los
avances en el aprendizaje y del perfil de egreso, a través de instrumentos de evaluación pertinentes,
permite recopilar evidencias sobre el logro de las competencias requeridas.
La evaluación de desempeño se basa en criterios que comparan las competencias actuales
de los estudiantes con estándares preestablecidos. Surge entonces la pregunta: ¿Está
considerándose adecuadamente la evaluación de desempeño con enfoque por competencias en la
educación superior? Esta indagación destaca la relevancia de concebir la evaluación de desempeño
como un modelo renovador. Se debe enfocar en evaluar habilidades y destrezas desarrolladas en el
proceso formativo más que en contenidos meramente memorizados y acumulativos, que, aunque
importantes, no reflejan por sí solos la competencia del aprendiz.
Como sostuvo Hancock (2007), esta evaluación involucra observar, seguir y medir las
conductas de los alumnos en el contexto de sus acciones de aprendizaje, tanto individuales como
colectivas. En esta línea, Morrow et al. (2015) argumentan que los juicios derivados de la
evaluación de desempeño deben enriquecerse con perspectivas diversas que trasciendan lo
académico e incluyan a clientes potenciales, empleadores y ciudadanos.
Dadas estas reflexiones preliminares, abordamos la significativa tarea de analizar la
práctica evaluativa en las instituciones de educación superior. Un análisis documental de distintas
casas de estudio proporcionará una base para reflexionar y aproximarnos a una evaluación que sea
coherente con el modelo educativo, el currículo y el sílabo, y sobre todo que, permita crear o
perfeccionar un sistema de evaluación basado en el enfoque por competencias. Esto conlleva un
cambio fundamental en la evaluación de desempeños para docentes y estudiantes.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio es reflexionar y ofrecer una crítica de las prácticas
tradicionales de evaluación de contenidos y proponer una metodología de evaluación alineada con
el enfoque por competencias, enfatizando en la evaluación de desempeños que son intrínsecos a la
praxis de la educación superior y a la preparación para el desempeño profesional. A partir del
planteamiento del problema y de los objetivos establecidos, avanzaremos hacia una solución
tentativa de la problemática en el desarrollo del cuerpo de trabajo, y se sustentará en fuentes de
referencia de distintos repositorios, revistas indexadas y textos especializados.
Metodología
El presente estudio realiza una exploración objetiva de las prácticas evaluativas en una
gama diversa de instituciones de educación superior, que incluye escuelas militares y policiales,
universidades, institutos tecnológicos y centros de formación pedagógica. Mediante una revisión
exhaustiva de documentos y registros, buscamos comprender cómo se está llevando a cabo la
evaluación de competencias. Este análisis detallado es esencial para alcanzar nuestros objetivos
Reflexiones en torno a las evaluaciones de
desempeño basadas en competencias en
instituciones militares de educación superior
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ISSN: 2520 - 7628 (Impreso), 2789-2514 (En línea)
establecidos y proporcionar una visión clara sobre la efectividad con la que se están implementando
estas evaluaciones en el ámbito académico actual.
La educación basada en el enfoque por competencias
La UNESCO, en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior de 1998, enfatizó
la necesidad de fomentar "el aprendizaje permanente y la construcción de competencias adecuadas
para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad". (Revista Educación
superior y Sociedad. ESS, 9(2), 97-113) Esta declaración subraya la importancia de preparar a los
individuos para una participación efectiva y continua en estos ámbitos de la vida comunitaria.
Además, la UNESCO delineó las funciones esenciales que han definido y que
continuarán definiendo a la educación superior. Estas se centran en cuatro pilares fundamentales:
• La creación de nuevos conocimientos a través de la investigación.
• La formación de profesionales altamente capacitados mediante la educación.
• La prestación de servicios relevantes a la sociedad, cumpliendo así una función social.
• El desempeño de un rol ético que incluye la crítica social.
La pedagogía por competencias se focaliza específicamente en dos dimensiones cruciales
del aprendizaje estudiantil: (a) los estilos y (b) ritmos de aprendizaje (Ordóñez et al., 2017). Estos
aspectos son vitales para que los estudiantes adquieran y apliquen eficazmente las habilidades y
destrezas necesarias en su futura vida laboral. Desde esta perspectiva, la competencia en la
educación superior se entiende como un ensamblaje de capacidades cognitivas, afectivas, motoras,
sociales y psicológicas. Estas permitirán al profesional desempeñarse de manera efectiva en su
campo de trabajo (Blanco, 2016).
En el contexto laboral, la competencia es vista como la "construcción social de
aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo",
(López y Farfán, 2001, p. 436). Dicho aprendizaje se adquiere no solo a través de la instrucción
formal, sino también a través de la experiencia directa en situaciones concretas de trabajo.
Por consiguiente, la evaluación con enfoque por competencias se caracteriza por ser un
proceso continuo, sistemático y centrado en la valoración de logros, en ocasiones incorrectamente
denominados evidencias. Este enfoque busca integrar una variedad de habilidades y conocimientos
aplicados, más allá de la mera acumulación de información teórica, con el fin de preparar a los
estudiantes para enfrentar con éxito los retos del entorno laboral actual (Moreno, 2016).
El modelo curricular
Es fundamental crear espacios de diálogo que involucren a todos los participantes en la
educación superior —estudiantes, profesores, personal administrativo y directivos— para
desarrollar soluciones innovadoras en el currículo a través de la investigación educativa. En ese
sentido se deben abordar aspectos como la evaluación de los estudiantes, la metodología de
enseñanza y el desarrollo de competencias esenciales, todo ello se fundamenta en perspectivas
filosóficas, antropológicas, sociológicas, pedagógicas, psicológicas y axiológicas (Sanz, 2004).
Por un lado, el currículo debe reflejar las competencias que se buscan fomentar durante la
formación académica de los futuros profesionales. Además, tienen que alinearse con las necesidad
desempeño basadas en competencias en
instituciones militares de educación superior
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establecidos y proporcionar una visión clara sobre la efectividad con la que se están implementando
estas evaluaciones en el ámbito académico actual.
La educación basada en el enfoque por competencias
La UNESCO, en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior de 1998, enfatizó
la necesidad de fomentar "el aprendizaje permanente y la construcción de competencias adecuadas
para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad". (Revista Educación
superior y Sociedad. ESS, 9(2), 97-113) Esta declaración subraya la importancia de preparar a los
individuos para una participación efectiva y continua en estos ámbitos de la vida comunitaria.
Además, la UNESCO delineó las funciones esenciales que han definido y que
continuarán definiendo a la educación superior. Estas se centran en cuatro pilares fundamentales:
• La creación de nuevos conocimientos a través de la investigación.
• La formación de profesionales altamente capacitados mediante la educación.
• La prestación de servicios relevantes a la sociedad, cumpliendo así una función social.
• El desempeño de un rol ético que incluye la crítica social.
La pedagogía por competencias se focaliza específicamente en dos dimensiones cruciales
del aprendizaje estudiantil: (a) los estilos y (b) ritmos de aprendizaje (Ordóñez et al., 2017). Estos
aspectos son vitales para que los estudiantes adquieran y apliquen eficazmente las habilidades y
destrezas necesarias en su futura vida laboral. Desde esta perspectiva, la competencia en la
educación superior se entiende como un ensamblaje de capacidades cognitivas, afectivas, motoras,
sociales y psicológicas. Estas permitirán al profesional desempeñarse de manera efectiva en su
campo de trabajo (Blanco, 2016).
En el contexto laboral, la competencia es vista como la "construcción social de
aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo",
(López y Farfán, 2001, p. 436). Dicho aprendizaje se adquiere no solo a través de la instrucción
formal, sino también a través de la experiencia directa en situaciones concretas de trabajo.
Por consiguiente, la evaluación con enfoque por competencias se caracteriza por ser un
proceso continuo, sistemático y centrado en la valoración de logros, en ocasiones incorrectamente
denominados evidencias. Este enfoque busca integrar una variedad de habilidades y conocimientos
aplicados, más allá de la mera acumulación de información teórica, con el fin de preparar a los
estudiantes para enfrentar con éxito los retos del entorno laboral actual (Moreno, 2016).
El modelo curricular
Es fundamental crear espacios de diálogo que involucren a todos los participantes en la
educación superior —estudiantes, profesores, personal administrativo y directivos— para
desarrollar soluciones innovadoras en el currículo a través de la investigación educativa. En ese
sentido se deben abordar aspectos como la evaluación de los estudiantes, la metodología de
enseñanza y el desarrollo de competencias esenciales, todo ello se fundamenta en perspectivas
filosóficas, antropológicas, sociológicas, pedagógicas, psicológicas y axiológicas (Sanz, 2004).
Por un lado, el currículo debe reflejar las competencias que se buscan fomentar durante la
formación académica de los futuros profesionales. Además, tienen que alinearse con las necesidad
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Hernández Félix, Manuel Antonio
Correo electrónico: manupicchuperu@gmail.com
Volumen III / Número I / Junio 2024 / Lima-Perú
es de una sociedad en constante cambio y preparar a los estudiantes no solo para ser eficientes en
su campo laboral, sino también para proponer soluciones creativas e innovadoras (Larraín &
González, 2007).
Por otro lado, el sílabo es un componente crítico del enfoque curricular. Contiene los
objetivos de formación y especifica las habilidades, destrezas, actividades, materiales, criterios y
herramientas de evaluación que se emplearán. La didáctica y, especialmente, la evaluación de
desempeños se sujetará a revisión continua para asegurar que formen parte de un sistema integral y
cohesivo (Sotomayor & Giraldo, 2023).
En conclusión, el modelo curricular debería integrar un sistema de evaluación basado en
competencias, el cual defina con claridad qué habilidades se evaluarán en cada tema y asignatura.
Su enfoque debe considerar tanto el proceso como los resultados, así como proponer instrumentos
de evaluación apropiados que observen eficazmente las habilidades y destrezas desarrolladas por
los estudiantes en sus desempeños.
Las prácticas evaluativas
Las instituciones de educación superior tienden a perpetuar prácticas de evaluación
anticuadas. Un ejemplo de ello es la continuación de métodos del siglo pasado, tales como prácticas
calificadas que en realidad son exámenes de memorización de contenido, exámenes parciales y
finales que se centran en la acumulación de datos. Estas técnicas de evaluación suelen ser objetivas,
utilizando preguntas de selección múltiple o dicotómicas, lo que lleva a una valoración centrada en
contenidos que no coincide con un enfoque basado en competencias. Esta problemática es
recurrente en muchas instituciones, ya que sus modelos curriculares dedican escasa atención a la
evaluación. Por ejemplo, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la guía
curricular de 2021 carece de un sistema de evaluación estructurado, ofreciendo solo un conjunto de
recomendaciones (UNMSM, 2021). Un sílabo típico de esta universidad puede contener un
esquema de evaluación con un examen parcial y final, junto con una evaluación de proceso, todos
expresados en porcentajes.
En el modelo educativo de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV, 2017), no
se aborda adecuadamente la evaluación, así se refleja en los sílabos únicamente la normativa y
criterios generales. Similarmente, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP, 2021) no
incluye un apartado detallado sobre evaluación en sus sílabos, donde típicamente se asignan
porcentajes a diferentes actividades bajo el título de "Sistema de evaluación".
En la Escuela Militar de Chorrillos (s.f.), el Plan Estratégico Institucional 2021 – 2024 no
detalla la evaluación de competencias. Sin embargo, se ha encontrado un documento que presenta
un esquema de evaluación que incluye exámenes finales y rúbricas de presentación. La Escuela de
Policía del Perú (Manual de régimen de educación de las Escuelas de formación de la Policía
Nacional, 2012); divide la evaluación formativa en talleres, exposiciones, exámenes escritos y un
trabajo de investigación, asignando porcentajes a cada parte.
Por su parte, La Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública Monterrico (Proyecto
Educativo Institucional 2020 – 2024), no expone claramente la evaluación del aprendizaje en el
documento principal, pero sí en su Currículo Institucional (PCI), donde abordan varios elementos
de una evaluación basada en competencias. Sería beneficioso convertir esta aproximación en un
sistema estructurado para facilitar su comprensión y aplicación.
Hernández Félix, Manuel Antonio
Correo electrónico: manupicchuperu@gmail.com
Volumen III / Número I / Junio 2024 / Lima-Perú
es de una sociedad en constante cambio y preparar a los estudiantes no solo para ser eficientes en
su campo laboral, sino también para proponer soluciones creativas e innovadoras (Larraín &
González, 2007).
Por otro lado, el sílabo es un componente crítico del enfoque curricular. Contiene los
objetivos de formación y especifica las habilidades, destrezas, actividades, materiales, criterios y
herramientas de evaluación que se emplearán. La didáctica y, especialmente, la evaluación de
desempeños se sujetará a revisión continua para asegurar que formen parte de un sistema integral y
cohesivo (Sotomayor & Giraldo, 2023).
En conclusión, el modelo curricular debería integrar un sistema de evaluación basado en
competencias, el cual defina con claridad qué habilidades se evaluarán en cada tema y asignatura.
Su enfoque debe considerar tanto el proceso como los resultados, así como proponer instrumentos
de evaluación apropiados que observen eficazmente las habilidades y destrezas desarrolladas por
los estudiantes en sus desempeños.
Las prácticas evaluativas
Las instituciones de educación superior tienden a perpetuar prácticas de evaluación
anticuadas. Un ejemplo de ello es la continuación de métodos del siglo pasado, tales como prácticas
calificadas que en realidad son exámenes de memorización de contenido, exámenes parciales y
finales que se centran en la acumulación de datos. Estas técnicas de evaluación suelen ser objetivas,
utilizando preguntas de selección múltiple o dicotómicas, lo que lleva a una valoración centrada en
contenidos que no coincide con un enfoque basado en competencias. Esta problemática es
recurrente en muchas instituciones, ya que sus modelos curriculares dedican escasa atención a la
evaluación. Por ejemplo, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la guía
curricular de 2021 carece de un sistema de evaluación estructurado, ofreciendo solo un conjunto de
recomendaciones (UNMSM, 2021). Un sílabo típico de esta universidad puede contener un
esquema de evaluación con un examen parcial y final, junto con una evaluación de proceso, todos
expresados en porcentajes.
En el modelo educativo de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV, 2017), no
se aborda adecuadamente la evaluación, así se refleja en los sílabos únicamente la normativa y
criterios generales. Similarmente, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP, 2021) no
incluye un apartado detallado sobre evaluación en sus sílabos, donde típicamente se asignan
porcentajes a diferentes actividades bajo el título de "Sistema de evaluación".
En la Escuela Militar de Chorrillos (s.f.), el Plan Estratégico Institucional 2021 – 2024 no
detalla la evaluación de competencias. Sin embargo, se ha encontrado un documento que presenta
un esquema de evaluación que incluye exámenes finales y rúbricas de presentación. La Escuela de
Policía del Perú (Manual de régimen de educación de las Escuelas de formación de la Policía
Nacional, 2012); divide la evaluación formativa en talleres, exposiciones, exámenes escritos y un
trabajo de investigación, asignando porcentajes a cada parte.
Por su parte, La Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública Monterrico (Proyecto
Educativo Institucional 2020 – 2024), no expone claramente la evaluación del aprendizaje en el
documento principal, pero sí en su Currículo Institucional (PCI), donde abordan varios elementos
de una evaluación basada en competencias. Sería beneficioso convertir esta aproximación en un
sistema estructurado para facilitar su comprensión y aplicación.
Reflexiones en torno a las evaluaciones de
desempeño basadas en competencias en
instituciones militares de educación superior
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ISSN: 2520 - 7628 (Impreso), 2789-2514 (En línea)
Por último, el Servicio Nacional de Adiestramiento en el Trabajo Industrial Instituto
(SENATI, 2017) presenta un enfoque innovador debido a su sistema modular y dual. Evalúan en
tres dimensiones: (a) conocimientos tecnológicos, (b) habilidades prácticas y (c)
actitudes/comportamientos, aplicando niveles taxonómicos a estas áreas. A pesar de este enfoque
diferenciado, sería esencial examinar qué instrumentos y criterios de evaluación utilizan
concretamente en sus procesos de aprendizaje. En sus sílabos se mencionan pruebas escritas,
intervenciones orales, trabajo en equipo y exámenes.
Propuesta para el desarrollo de evaluación de desempeños en el enfoque por
competencias en las instituciones de educación superior.
A partir del análisis de los documentos disponibles, proponemos varias alternativas para
implementar una evaluación de aprendizajes coherente con el enfoque basado en competencias y
desempeños. Cada institución debe diseñar y desarrollar un sistema de evaluación integral, que
forme parte de sus modelos educativos o proyectos, y que ordene y estructure de manera secuencial
los procesos de aprendizaje y enseñanza, los materiales educativos y los instrumentos de
evaluación. Este sistema debería integrar holísticamente las dimensiones cognitiva, actitudinal y
motriz del estudiante, alineándose con las capacidades de aprender, hacer, actuar y trabajar en
equipo.
Las competencias representan un actuar integrado que permite identificar, interpretar,
argumentar y resolver problemas con criterios de adecuación y compromiso ético, desplegando
conocimientos y habilidades en ser, hacer y conocer (Tobón, 2010). En la educación superior, la
formación basada en competencias debe promover conocimientos complejos que abarquen el
conocer, hacer y ser de manera integral, facilitando así un desempeño estudiantil idóneo para
abordar y resolver problemas contextuales.
Esencialmente, la evaluación requiere una transformación fundamental para la mejora de
un currículo orientado a competencias. Los estudiantes deben participar activamente en la
reflexión, crítica, investigación y gestión de su aprendizaje, lo que contribuirá a su desarrollo
personal y profesional. La evaluación evolucionará de una práctica de calificación binaria a un
enfoque centrado en el proceso de aprendizaje y su aplicación práctica. Esto también implicará que
los educadores reflexionen continuamente sobre su práctica pedagógica y didáctica, tomando
decisiones fundamentadas en el logro de los objetivos de aprendizaje para optimizarlos.
La evaluación formativa, por lo tanto, se guía de cuatro aspectos fundamentales. Estos
son los que siguen: (a) evaluación auténtica, (b) evaluación centrada en el aprendizaje, (c)
retroalimentación y (d) instrumentos de evaluación. A continuación, se explica cada uno de ellos.
• Evaluación auténtica: Debe estar relacionada con los desafíos del entorno profesional
y evaluar el desempeño estudiantil en escenarios reales o simulados. Este tipo de
evaluación se enfoca en procesos que demuestran conocimientos, habilidades, actitudes y
demás componentes requeridos por las competencias del perfil de egreso (Ahumada,
2005).
• Evaluación centrada en el aprendizaje: Como parte esencialmente formativa, la
evaluación debe promover el progreso continuo y no solo medir el nivel de avance. Debe
tener en cuenta las necesidades, intereses y características de los estudiantes (Padilla &
Gil, 2008).
desempeño basadas en competencias en
instituciones militares de educación superior
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Por último, el Servicio Nacional de Adiestramiento en el Trabajo Industrial Instituto
(SENATI, 2017) presenta un enfoque innovador debido a su sistema modular y dual. Evalúan en
tres dimensiones: (a) conocimientos tecnológicos, (b) habilidades prácticas y (c)
actitudes/comportamientos, aplicando niveles taxonómicos a estas áreas. A pesar de este enfoque
diferenciado, sería esencial examinar qué instrumentos y criterios de evaluación utilizan
concretamente en sus procesos de aprendizaje. En sus sílabos se mencionan pruebas escritas,
intervenciones orales, trabajo en equipo y exámenes.
Propuesta para el desarrollo de evaluación de desempeños en el enfoque por
competencias en las instituciones de educación superior.
A partir del análisis de los documentos disponibles, proponemos varias alternativas para
implementar una evaluación de aprendizajes coherente con el enfoque basado en competencias y
desempeños. Cada institución debe diseñar y desarrollar un sistema de evaluación integral, que
forme parte de sus modelos educativos o proyectos, y que ordene y estructure de manera secuencial
los procesos de aprendizaje y enseñanza, los materiales educativos y los instrumentos de
evaluación. Este sistema debería integrar holísticamente las dimensiones cognitiva, actitudinal y
motriz del estudiante, alineándose con las capacidades de aprender, hacer, actuar y trabajar en
equipo.
Las competencias representan un actuar integrado que permite identificar, interpretar,
argumentar y resolver problemas con criterios de adecuación y compromiso ético, desplegando
conocimientos y habilidades en ser, hacer y conocer (Tobón, 2010). En la educación superior, la
formación basada en competencias debe promover conocimientos complejos que abarquen el
conocer, hacer y ser de manera integral, facilitando así un desempeño estudiantil idóneo para
abordar y resolver problemas contextuales.
Esencialmente, la evaluación requiere una transformación fundamental para la mejora de
un currículo orientado a competencias. Los estudiantes deben participar activamente en la
reflexión, crítica, investigación y gestión de su aprendizaje, lo que contribuirá a su desarrollo
personal y profesional. La evaluación evolucionará de una práctica de calificación binaria a un
enfoque centrado en el proceso de aprendizaje y su aplicación práctica. Esto también implicará que
los educadores reflexionen continuamente sobre su práctica pedagógica y didáctica, tomando
decisiones fundamentadas en el logro de los objetivos de aprendizaje para optimizarlos.
La evaluación formativa, por lo tanto, se guía de cuatro aspectos fundamentales. Estos
son los que siguen: (a) evaluación auténtica, (b) evaluación centrada en el aprendizaje, (c)
retroalimentación y (d) instrumentos de evaluación. A continuación, se explica cada uno de ellos.
• Evaluación auténtica: Debe estar relacionada con los desafíos del entorno profesional
y evaluar el desempeño estudiantil en escenarios reales o simulados. Este tipo de
evaluación se enfoca en procesos que demuestran conocimientos, habilidades, actitudes y
demás componentes requeridos por las competencias del perfil de egreso (Ahumada,
2005).
• Evaluación centrada en el aprendizaje: Como parte esencialmente formativa, la
evaluación debe promover el progreso continuo y no solo medir el nivel de avance. Debe
tener en cuenta las necesidades, intereses y características de los estudiantes (Padilla &
Gil, 2008).
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• Retroalimentación: Es fundamental establecer criterios de evaluación claros para que
los estudiantes puedan comparar su trabajo con lo esperado y realizar ajustes (Canabal &
Margalef, 2015, p.159)
• Instrumentos de evaluación: Son herramientas que recolectan datos del proceso de
aprendizaje y el desarrollo de competencias. Estos varían según la carrera y el currículo y
pueden incluir ensayos, bitácoras de observación, reportes de investigación y portafolios
(Diaz-Barriga, 2013).
En cuanto al sistema de evaluación institucional, se requiere construir una estructura
integral que se articule con las distintas áreas y actividades académicas. Además de las áreas de
gestión estratégica, gestión y soporte institucionales, es crucial incorporar un sistema de evaluación
que abarque la formación profesional desde el ingreso hasta el egreso, incluyendo la obtención de
grados y títulos. Dentro de la evaluación enseñanza-aprendizaje, se debe incluir la evaluación
diagnóstica, de desempeño, los criterios de evaluación de asignaturas y los instrumentos de
evaluación de desempeño.
Es importante señalar que el enfoque basado en competencias en la educación superior es
más adecuado para un sistema modular o dual que para uno basado en asignaturas. Por otro lado, el
enfoque de evaluación por desempeños en la Educación Básica Regular (EBR) no es congruente
con la categoría pedagógica adecuada, ya que los desempeños están vinculados con el mundo
laboral y corresponden a la educación superior. La EBR concluye con la formación para el ejercicio
de una ciudadanía completa, y esto se ve reflejado en los perfiles de egreso.
Conclusiones
En el contexto de las instituciones militares de educación superior, como la Escuela
Militar de Chorrillos, es crucial implementar un sistema de evaluación de desempeño que se centre
en competencias prácticas, cognitivas y actitudinales. Esto implica un cambio significativo desde
métodos de evaluación tradicionales hacia un enfoque más integral y aplicado. Este cambio es
fundamental para garantizar que los futuros profesionales militares estén equipados con las
habilidades y conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos del entorno laboral militar
moderno.
Las prácticas de evaluación en las instituciones militares, como se observa en la Escuela
Militar de Chorrillos, deben evolucionar para incluir enfoques de evaluación más auténticos y
centrados en el aprendizaje. Esto significa la adopción de metodologías que evalúen el desempeño
en escenarios reales o simulados, así como la integración de criterios claros y retroalimentación
constructiva. El objetivo es avanzar más allá de la memorización y evaluaciones basadas solo en
contenido, hacia un modelo que evalúe y fomente la aplicación práctica de competencias.
Para las instituciones militares de educación superior, el desarrollo de un sistema de
evaluación basado en competencias requiere una consideración cuidadosa de las necesidades
específicas del entorno militar. Esto incluye la creación de instrumentos de evaluación y rúbricas
que reflejen con precisión las habilidades y destrezas requeridas para el desempeño profesional en
el ámbito militar. Asimismo, la evaluación debe ser un proceso continuo que no solo mide el
rendimiento, sino que también contribuye al desarrollo integral del estudiante, preparándolo
efectivamente para los desafíos del servicio militar.
Hernández Félix, Manuel Antonio
Correo electrónico: manupicchuperu@gmail.com
Volumen III / Número I / Junio 2024 / Lima-Perú
• Retroalimentación: Es fundamental establecer criterios de evaluación claros para que
los estudiantes puedan comparar su trabajo con lo esperado y realizar ajustes (Canabal &
Margalef, 2015, p.159)
• Instrumentos de evaluación: Son herramientas que recolectan datos del proceso de
aprendizaje y el desarrollo de competencias. Estos varían según la carrera y el currículo y
pueden incluir ensayos, bitácoras de observación, reportes de investigación y portafolios
(Diaz-Barriga, 2013).
En cuanto al sistema de evaluación institucional, se requiere construir una estructura
integral que se articule con las distintas áreas y actividades académicas. Además de las áreas de
gestión estratégica, gestión y soporte institucionales, es crucial incorporar un sistema de evaluación
que abarque la formación profesional desde el ingreso hasta el egreso, incluyendo la obtención de
grados y títulos. Dentro de la evaluación enseñanza-aprendizaje, se debe incluir la evaluación
diagnóstica, de desempeño, los criterios de evaluación de asignaturas y los instrumentos de
evaluación de desempeño.
Es importante señalar que el enfoque basado en competencias en la educación superior es
más adecuado para un sistema modular o dual que para uno basado en asignaturas. Por otro lado, el
enfoque de evaluación por desempeños en la Educación Básica Regular (EBR) no es congruente
con la categoría pedagógica adecuada, ya que los desempeños están vinculados con el mundo
laboral y corresponden a la educación superior. La EBR concluye con la formación para el ejercicio
de una ciudadanía completa, y esto se ve reflejado en los perfiles de egreso.
Conclusiones
En el contexto de las instituciones militares de educación superior, como la Escuela
Militar de Chorrillos, es crucial implementar un sistema de evaluación de desempeño que se centre
en competencias prácticas, cognitivas y actitudinales. Esto implica un cambio significativo desde
métodos de evaluación tradicionales hacia un enfoque más integral y aplicado. Este cambio es
fundamental para garantizar que los futuros profesionales militares estén equipados con las
habilidades y conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos del entorno laboral militar
moderno.
Las prácticas de evaluación en las instituciones militares, como se observa en la Escuela
Militar de Chorrillos, deben evolucionar para incluir enfoques de evaluación más auténticos y
centrados en el aprendizaje. Esto significa la adopción de metodologías que evalúen el desempeño
en escenarios reales o simulados, así como la integración de criterios claros y retroalimentación
constructiva. El objetivo es avanzar más allá de la memorización y evaluaciones basadas solo en
contenido, hacia un modelo que evalúe y fomente la aplicación práctica de competencias.
Para las instituciones militares de educación superior, el desarrollo de un sistema de
evaluación basado en competencias requiere una consideración cuidadosa de las necesidades
específicas del entorno militar. Esto incluye la creación de instrumentos de evaluación y rúbricas
que reflejen con precisión las habilidades y destrezas requeridas para el desempeño profesional en
el ámbito militar. Asimismo, la evaluación debe ser un proceso continuo que no solo mide el
rendimiento, sino que también contribuye al desarrollo integral del estudiante, preparándolo
efectivamente para los desafíos del servicio militar.
Reflexiones en torno a las evaluaciones de
desempeño basadas en competencias en
instituciones militares de educación superior
95
ISSN: 2520 - 7628 (Impreso), 2789-2514 (En línea)
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